Pistas efectivas para que duerma.

Pistas efectivas para que duerma. Estas pistas son el resumen del libro: «A dormir», del Dr. E. Estivill realizado por Felipe Herrera Lecaros, psicólogo.

«Planteado así, parece que va a ser más difícil de lo que pensaba. ¿Conseguirá que se duerma solo/a?, ¿será capaz algún día de conciliar el sueño sin que yo haga nada?» Sí, se puede. Por eso hemos titulado a esta entrada «El arte de dormir sin ayuda». Hemos hecho otra entrada sobre «A comer», del Dr. Estivill y M. Domènech.

Por qué el menor no duerme.

Si el niño o la niña presenta problemas para conciliar el sueño, es necesario entender por qué no duerme. En primer lugar, hay que tener en cuenta que no se trata de una enfermedad (aunque pueda haber alguna excepción) ni de un trastorno psicológico. Tampoco se debe pensar que se le está mimando demasiado, y lo más importante: no es culpa de los padres. Es fundamental tener claro que el niño no puede dormir porque no sabe cómo, ya que no ha aprendido a dormir correctamente.

El ritmo circadiano de las personas es muy importante, y para el desarrollo de un niño o niña, aún más. Por ello, es esencial que el niño o la niña tenga diferentes hábitos que respeten su horario y su forma de hacer las cosas. Algunos ejemplos son: las comidas, el colegio, el juego, etc. La hora de dormir no es una excepción. Es muy importante tratar de que el niño se acueste aproximadamente a la misma hora siempre. Si se rompe este ciclo, su hora de sueño se desajusta, lo que hará que le cueste más conciliar el sueño. Esto se debe a que ni él mismo sabe cuándo debe dormir al hacerlo a una hora diferente cada día.

Pista 1: Crea el ambiente perfecto.

Además de lo mencionado anteriormente, existen diferentes elementos externos que ayudan al niño a regular su reloj biológico y facilitan que pueda conciliar el sueño. Estos elementos permiten que el niño los asocie con la hora de dormir y con otros hábitos de su día a día. Cabe destacar que el ritmo circadiano varía en cada menor. Dependiendo de factores como la edad y la disponibilidad de los padres, ciertos hábitos se harán con más regularidad o menos:

  • Luz-Oscuridad: Es esencial que cuando el niño esté en la cama para dormir por la noche, el nivel de oscuridad sea siempre el mismo. Lo mismo ocurre con el nivel de luz cuando esté durmiendo la siesta. Esto facilitará que el niño reconozca cuándo es hora de dormirse y cuándo es hora de echar una siesta.
  • Silencio-Ruido: Por la noche, es importante que haya el mayor silencio posible y que durante el día haya más ruido. De esta manera, el niño aprenderá a asociar el momento de dormir con un entorno silencioso.
  • Horarios de comida: Desde que el niño nace, asocia la comida con el sueño, sabiendo que después de comer le toca dormir. En los bebés, este patrón es más evidente, ya que el periodo de sueño que tienen no es muy prolongado; van durmiendo a ratos. A medida que crecen, la noche se convierte en la principal hora de sueño. Por ello, es importante no romper esta asociación y respetar sus momentos de siesta después de la comida.

Hábito del sueño: Cuando el niño vaya a conciliar el sueño, es importante que lo haga por sí mismo, sin la ayuda de nadie. Los padres deben ser conscientes de que, sin darse cuenta, pueden transmitir sus estados de ánimo y emociones al niño, como la inseguridad, cuando éste no puede dormir. Por eso, es fundamental que los padres se muestren seguros de sí mismos, que transmitan confianza y seguridad.

Pista 2: El impacto de dormir con el niño

En muchas ocasiones, los padres, tratando de aliviar al niño, duermen con él hasta que se queda dormido para luego marcharse de la habitación y dejarlo solo. Esto puede hacer que, a mitad de la noche, el menor se despierte y no pueda volver a dormir porque no tiene a nadie cerca. Este comportamiento está relacionado con el hábito a la hora de dormir. De manera inintencionada, los padres transmiten inseguridad al niño. Lo que debería ser un entorno seguro se convierte en un lugar de incertidumbre al faltar el elemento con el que el niño asocia el sueño. Por ello, es importante tener en cuenta el siguiente punto.

Pista 3: Seguridad ante la noche

En la cuna o en la cama, es fundamental que el niño tenga algunos elementos que permanezcan con él toda la noche, es decir, que no se vayan en ningún momento. Por ejemplo, en el caso de los niños que no dejan el chupete, se pueden dejar varios chupetes en la cama. De este modo, si se despierta, pueda coger uno sin necesidad de llamar a los padres. Otro ejemplo pueden ser los muñecos / peluches. Es importante que los padres elijan el “peluche de dormir” de entre los que ya tiene el niño, ya que esto le proporcionará seguridad. Además, los padres deben presentar el peluche al niño, ponerle un nombre y decirle que dormirá con él y que se quedará toda la noche.

Pista 4: Cómo enseñarle a dormir bien desde le principio.

Es importante tener en cuenta que un niño recién nacido no duerme igual que un niño de 4 años. Por eso, es fundamental diferenciar las etapas y saber qué hacer en cada una:

  • Recién nacido: Los recién nacidos tienen una fuerte asociación con dormir después de comer, por lo que es importante respetar estos hábitos. Como hemos dicho antes, también es recomendable empezar a enseñarles otras asociaciones, como la luz-oscuridad y el silencio-ruido. No es recomendable que duerman en la cama de los padres. Algunas opciones mejores son que duerma en la habitación de los padres, pero en su cuna, junto a ellos. Es importante que, cuando se realice el cambio de la cuna a la cama, el niño ya esté acostumbrado a dormir en su propia habitación. Cabe destacar que, en esta etapa, si al menor se le da la cantidad adecuada de comida, no se despertará y no llorará por hambre, sino por incomodidad.
  • Tres meses: En esta etapa, es crucial comenzar a inculcar un buen hábito del sueño. También se recomienda crear un ritual antes de dormir, para que el niño se calme y se relaje, como darle un baño, cantarle, mostrarle juguetes o hablarle suavemente. Es esencial que la rutina antes de acostarse sea siempre la misma.
  • Seis meses en adelante: A partir de los 6 meses, es importante no alterar demasiado los horarios establecidos. Aunque el niño ya duerma toda la noche, todavía realiza siestas durante el día. Es esencial que no se exceda la cantidad de horas que duerme durante el día. Además, el niño debe estar cómodo en su cama, sábanas limpias y pijama adecuado, fresco en verano y abrigado en invierno.

Pista 5: Cómo reeducar el hábito del sueño.

No es recomendable: cantarle hasta que se duerma, mecerlo en la cuna, mecerlo en los brazos, darle la mano, pasearlo en el cochecito, darle caricias, darle el biberón, dejar que corra para que se canse, llevarlo a la cama de los padres o darle agua, etc.

En los casos en los que el menor ponga trabas para quedarse dormido, como llorar, moverse por la habitación o tirar cosas, se puede intentar realizar un ritual antes de irse a dormir, como cantarle. Es importante marcharse antes de que se duerma y nunca después. De esta manera, se consigue asociar el sueño con algo positivo. Si el niño sigue mostrando resistencia, lo recomendable es entrar en la habitación en intervalos cortos de tiempo (3-5 minutos), sin hacer nada al entrar. Esto le ayudará a asociar el sueño con algo agradable.

A medida que el niño crece, va adquiriendo la habilidad de hablar. En muchas ocasiones, los padres responden a todas las necesidades que el niño expresa verbalmente, sin darse cuenta de que, en realidad, el niño solo busca el contacto humano. Por ejemplo, puede que el niño diga «sed» porque tenga sed realmente o puede que no, podría estar buscando simplemente atención. Lo mismo ocurre cuando el menor habla para que los padres permanezcan con él durante la noche. Por ello, se recomienda ignorar estas peticiones, ya que el niño aún no comprende claramente el significado de las palabras.

Pista 6: Cuestiones horarias.

Las recomendaciones de horas de sueño son las siguientes:

  • Recién nacidos: 16-17 horas diarias en períodos de 2 a 6 horas.
  • Tres meses: Con ayuda, aprenden a adaptarse al ciclo del sueño de día y noche. Duermen 3-4 siestas, y los períodos nocturnos son más largos, de 5 a 9 horas.
  • Seis meses: 14 horas diarias, con dos siestas al día. Los períodos nocturnos se extienden a 10-12 horas.
  • De doce a catorce meses: El sueño nocturno se reducirá ligeramente y la siesta se reduce a una. Las horas totales de sueño disminuyen a medida que el niño crece.

En el caso de necesitar cambiar el horario del suelo del niño, esto se puede hacer sin forzarle demasiado. Se le puede dejar 30 minutos más despierto por la noche cada semana, de manera que no se le haga muy difícil ni muy pesado el cambio de horario.

Pista 7: Parasomnias y otros problemas.

Cuando un niño tiene pesadillas, generalmente se debe a algún fenómeno externo que le está causando inquietud. En estos casos, lo mejor es transmitirle seguridad al menor, para que se calme y supere el miedo, sin grandes explicaciones, pero con contacto físico.

En el caso de otras parasomnias como el sonambulismo, terrores nocturnos, bruxismo, somniloquia y movimientos de auto mecimiento, hay que tener en cuenta que son relativamente propias del desarrollo evolutivo y no suelen ser peligrosas. Por lo tanto, no se recomienda intervenir en ellas, pero, aun así, en casos como los terrores nocturnos y el movimiento auto mecimiento, es recomendable quedarse cerca para evitar que el niño se haga daño. En el bruxismo, aunque no es peligroso, si la contractura es muy fuerte, sería recomendable intervenir.

En cuanto a los ronquidos, estos son muy comunes. Sin embargo, es importante observar si son frecuentes o si el niño duerme con la boca abierta y respira con dificultad. En ese caso, se recomienda consultar a un especialista.

Aunque la probabilidad es baja, cuando los problemas para dormir del niño se deban a problemas emocionales y no a una mala educación del sueño, muchas de las recomendaciones mencionadas podrían no ser aplicables o necesitar modificaciones. En estos casos, es importante que se consulte a un especialista, ya que las soluciones pueden variar dependiendo del problema. A pesar de ello, si el problema psicológico causa angustia en el niño y le impide dormir, lo más importante es centrarse en aliviar esa angustia.

Pistas efectivas para que duerma. Dudas más comunes.

Cuando se hacen viajes con el menor, donde lo esperado es dormir fuera de casa, lo más importante es que se lleve a ese “peluche de dormir” o manta con la cual el niño esta familiarizado y acostumbrado a dormir.

Si mientras se hace la reeducación del habito del sueño, el niño vomita, hace caca o se orina, es importante hablarle con dulzura y no castigarlo, ya que se trata de algo que no sabe y que está aprendiendo.

Se le puede dejar un rato viendo tele antes de dormir, aunque no es lo recomendable. Pero lo importante es que no se le debe dejar de forma descontrolada y sin límite. Debe ser algo esporádico y controlándole el tiempo que lleva viendo la televisión. Según la Organización Mundial de la Salud, en niños de 0 a 4 años, lo recomendable es que no pasen tiempo frente a las pantallas. De 2 a 4 años en el caso de que lo hagan, no debe de sobrepasar la hora. Lo mejor para esto siempre son los cuentos en papel.

Es posible que el niño llegue a desarrollar un insomnio si esta tratando de aprender un habito del sueño, pero esto solo es temporal. En otros casos como por ejemplo la llegada de un hermanito, puede también crearle insomnio ya que ya no se siente el “rey de la casa”.

Salvo prescripción médica, no es recomendable darle medicamentos al niño para conciliar el sueño. En cualquier caso, ante la duda lo primordial es consultarlo con un especialista

En el caso de gemelos, no hay ningún problema en enseñarles a tener un habito del sueño. En el caso de que se trate de corregir un mal habito del sueño en los dos, lo más recomendable es separarlos y enseñarle a cada uno por separado, ya que puede que estos reaccionen de formas muy distintas.

Pistas efectivas para que duerma. Estas pistas son el resumen del libro: «A dormir», del Dr. E. Estivill realizado por Felipe Herrera Lecaros, psicólogo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.