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Padres a debate (ETB-2)

Programa AHORA, con Adela González

A la carta. ETB
Luis de la Herrán. Desde 1 h 09 min ETB-2 AHORA, con Adela González

Ayer tuvimos la oportunidad de participar en el debate organizado por Euskal Telebista sobre algunos de los temas que preocupan y ocupan a padres y madres de adolescentes.

Pudimos hablar sobre el consumo de tóxicos, las alternativas que tienen nuestros jóvenes, las relaciones sexuales,…

Pasamos un rato ameno pudiendo explicar algunos de los puntos importantes que deberíamos tener en cuenta los padres y madres de hijos adolescentes.

20 de marzo Día de la Felicidad: ahí va la receta para valientes…

Entrevista De la Herrán
Contra Deia 20-3-16

El domingo 20 de marzo es el Día de la Felicidad, así, con mayúsculas. Y para conmemorarlo vamos a explicar cuál es la receta para conseguir la felicidad.

INGREDIENTES:

– 500 gr de Experiencias vitales críticas, es decir, potencialmente negativas (¡Pues sí que empezamos bien…!)

– 500 gr de Experiencias vitales reconfortantes, potencialmente positivas (¡Ah, vale, ya pensaba que se habían equivocado…!)

– 1 Kg de sentido de la vida, a poder ser en grano. (¡¿sentido de qué?!)

– Una cucharada sopera de placer físico, reconfortante en el cuerpo, directamente. Se echa sin miramientos a la vida para darle sabor. (Mmmm eso me gusta)

– Un ramillete de experiencias fluidas, a poder ser que cuesten esfuerzo y cansancio, pero que le hagan sentir útil, con poder, con sensación de trabajo bien realizado y que le hagan perder el sentido del tiempo (vaya, eso cuesta esfuerzo…)

– Unas hojas de pertenencia a algo superior a usted. Debes echar, cuando esté todo hirviendo, la sensación de que es parte de algo a lo que pertenece. Puede ser un grupo social de referencia, una percepción de algo más allá de lo mundano. Condimentar al gusto. (Pues esto va a ser más difícil de hacer, tengo que ver cómo me sitúo yo en el mundo…).

RECETA FELICIDADPREPARACIÓN:

Se mezclan las experiencias positivas con las negativas. Se revuelve todo bien hasta que esté a punto de nieve. Se deja reposar media hora, el tiempo justo para decidir si nos centramos más en las positivas o en las negativas.

Si no tuviéramos a mano experiencias positivas, algo pasa en el supermercado de abajo de casa… No puede ser. Estaremos utilizando las gafas inadecuadas para ver en las estanterías de ese maldito supermercado… Colóquese otras gafas, las del optimismo, y comience a ver que probablemente algunos productos que considera negativos, no lo sean tanto, y le hayan ayudado a valorar mejor la vida, ¡caramba!

Si lo que no encuentra en el supermercado son experiencias negativas, vuelva a casa y enciérrese en el lavabo. Mírese al espejo. Usted es cada vez más viejo y la muerte está más cerca. Si con esto no desespera, padece usted un síndrome aún no aceptado por la comunidad científica internacional, y que poca gente padece: «desconexión ilusa de la realidad». Así no puede usted vivir. Debe aceptar que en la vida siempre hay cosas buenas y malas. Su príncipe azul acabará destiñendo. No se deprima, es normal. A la tercera vez que lo lave quedará con un color azul cielo combinable con el resto de su fondo de armario. Ideal.

Cuando haya recopilado igual cantidad de experiencias buenas y malas, mezcle todo bien de nuevo con esfuerzo (¡Y dale con el esfuerzo…!). Es importante que aprenda de las experiencias negativas, porque incluso ésas le harán ver que la vida merece la pena vivirla, y le ensenarán el SENTIDO que debe escoger para vivirla. Debe buscar incansablemente por las tiendas cercanas a su casa, y a poder ser también por los hospitales, PARA QUÉ está usted en esta vida: si puesto por el ayuntamiento o para algún fin que le motive. En el segundo caso, récelo tres veces, como Bitelchús y siga con la receta. En caso contrario, espere hasta que encuentre el sentido a su vida. Puede llevarle años, pero merece la pena. No se preocupe por la caducidad de los ingredientes mientras espera frente al horno abierto: no caducan.

Añada, unas gotas de sudor y lágrimas producidas por las experiencias que le hacen a usted fluir y que le recuerdo que le hicieron sudar: cansan. Si no tuviera, siempre puede echar un anca de rana, de las que habitualmente tenemos en la cocina; le da el mismo sabor.

Por último, meta todo al horno durante 5 ó 6 años, hasta que se de cuenta que la felicidad de aprende, no se siente o hasta que esté dorado.

Una vez pasado ese tiempo, nunca antes, decórelo con la sensación de pertenencia a algo superior a usted. Debe espolvorearlo con delicadeza, pues este tipo de experiencias son muy volátiles y no se venden en supermercados, ha de fabricarlas usted mismo o encontrarlas observando a los demás.

PRESENTACIÓN:

Por último y no menos importante, preséntelo en una mesa grande con las personas a las que quiere y las que le quieran. El resto no es que no esté invitada, es que nunca se enteró de que estaba cocinando su propia felicidad. Evite invitar a gilipollas esféricos, son tontos se miren por donde se miren y hacen que el pastel no suba.

¡Disfrute!

El domingo día 20 de marzo de 2016 nos encontrarás en la contaportada del diario DEIA hablando de la Felicidad, pero más en serio… Je je je…

PD. DESDE EL CENTRO DELTA PSICOLOGÍA QUEREMOS PONER UNA NOTA DE HUMOR A ESTE DÍA, PORQUE LA RISA, AUNQUE NO VAYA EL LA RECETA, DEBE ESTAR SIEMPRE PRESENTE EN EL COCINERO

 

Adolescencia pura y dura

peterpanEsas respuestas que nos dejan planchados, que no tienen sentido, que se caen por pura lógica pero que son defendidas con una seguridad digna de un dirigente en la tribuna de la ONU; esas aseveraciones tajantes, dicotómicas y absolutas; esas miradas desafiantes, desde el recién estrenado púlpito de la temprana adultez… pueden llegar a enervarnos, enfadarnos e incluso a disparar nuestra ira. Craso error.

Nunca debemos entrar en ese terreno. Nuestra tarea como educadores y modelos; o como modelos que educan, es girar rápidamente nuestra cintura, tapar el agujero que tenemos en la boca, mirar con cara de infinita paciencia y finalmente, ayudarnos de nuestro «pensamiento alegre o mágico», como en Hook, y volaremos:

«está creciendo, está probando, se siente inseguro, está situándose,… debo dejarle que él mismo se dé cuenta. Lo estoy haciendo bien»

¿Consentimiento sexual a los 16?

Novios-adolescentesEl gobierno español prepara una ley que aumenta la edad de consentimiento para tener relaciones sexuales de los 13 a los 16 años.

Desde la psicología evolutiva sabemos que a partir de los 12 años, las personas poseemos «teóricamente» el desarrollo cognitivo «adulto». También sabemos que las personas no dejamos de aprender y de desarrollarnos a lo largo de toda nuestra vida. ¿Pero cuándo estamos «preparados» para consentir una relación sexual con otra persona sin que esto llegue a «traumatizarnos» o la otra persona no se aproveche de nosotros?

¿Cuándo una adolescente, pongamos por caso, de 14 años, decide libremente mantener una relación íntima con un hombre, digamos, de 35 años?, ¿y cuándo está actuando de manera manipulada pues ella aún no se da cuenta de lo que hace y no está suficientemente preparada para «defenderse»?

Son cuestiones muy difíciles de responder, que requieren de la evaluación psicodiagnóstica de varias variables: cociente intelectual, estrés, personalidad, estilo de afrontamiento de los problemas, relaciones sociales, autoestima, etc, etc. y lo que no acabamos de entender es el siguiente párrafo que parece que incluye la nueva ley:

Nuevo 184 quáter. “El consentimiento libre del menor de 16 años excluirá la responsabilidad penal por los delitos previstos en este capítulo, cuando el autor sea una persona próxima a la víctima por edad y grado de desarrollo o madurez”.

El «grado de desarrollo o madurez» no puede medirse con ninguna prueba estandarizada que utilicemos los psicólogos clínicos; lo que deja en manos del juez dicha valoración.

Si la intención es proteger a los menores de relaciones sexuales abusivas, dicha intención es alabable, pero la imprecisión no nos lleva casi nunca a buen puerto.

La sexualidad y la afectividad hasta los 12 años

Esta entrada es más larga de lo habitual.


papaymamaHablemos de sexo.
Así se titulaba aquel programa de la Dra. Elena Ochoa que quizá irrumpió en nuestras vidas hace ya tiempo. Escuchar a esta psicóloga y a sus invitados puede que nos permitiera cierta licencia para sacar «el tema» con los hijos… ¿Pudimos borrar algunos mitos y prejuicios sobre las relaciones sexuales y afectivas entre las personas?

¿Cómo enfocamos el tema con los hijos e hijas?: naturalidad. Es lo que se pide a gritos desde las consultas de los profesionales sanitarios; sean éstos médicos o psicólogos. Naturalidad es lo que voy a intentar proponer en este espacio que amablemente me brindan mis compañeros del colegio.

Antes de entrar en harina, recordemos la frase con la que nuestros hijos nos miran: «no me hables, déjame ver…» Aprenderán, no por lo que les decimos, sino por lo que nos ven hacer. Hablemos menos y hagamos más.

De manera concreta mi intención es doble: por un lado reflejar muy someramente en unas líneas los hitos principales del desarrollo de la afectividad en los niños y niñas hasta los doce años, y por otro poder exponer el abordaje más efectivo desde la familia ante conductas que, aún todavía, nos siguen sorprendiendo.

Las horquillas de edad son orientativas, y cada niño y niña tiene su propio momento de desarrollo.

Desde el nacimiento hasta los dos años la afectividad de los bebés se concreta en su risa, sus caricias, sus «besos mojados», la expresión de su desnudez y tocamientos propios y ajenos. Sabemos que en esta etapa sienten curiosidad, buscan la satisfacción física, el placer, la atención de los demás y sentirse protegidos, queridos. Estas suelen ser los motivos por los que se expresan afectivamente.

Desde los dos a los seis años la cosa se complica un poco. Los niños pueden expresar su afecto y sexualidad mediante tocamientos propios y ajenos, pueden explorar su cuerpo y encontrar placer en ello (masturbación). Si algo es placentero, tenderán a repetirlo; por lo que es conveniente circunscribir las actividades de darse placer a uno mismo a un contexto determinado: la intimidad.

Es una época en la que ellos y ellas copian gestos y conductas afectivas, como dar besos en la boca, dar abrazos, y pueden canalizar estas expresiones mediante juego simbólico con sus muñecos (por ejemplo, desnudan a los muñecos, les bañan, les hacen darse besos,…). Lo que ven, lo copiarán. ¡Cuidado con lo que ven!

¿Qué buscan entonces de los dos a los seis años?, lo más probable es que persigan el placer físico inmediato y durante un corto periodo de tiempo. También quieren satisfacer su curiosidad, la atención de sus adultos y otros dos escenarios que hasta ahora no aparecían: buscar su identidad y la pertenencia al grupo.

En estas edades ya se identifican claramente con los «chicos» o con las «chicas» y con todo el repertorio simbólico que habitualmente cada grupo conlleva. En este punto deberemos ser muy cuidadosos si queremos ofrecer una educación no sexista. Es en esta fase cuando se va forjando la identidad sexual. Dar por hecho que «el balón» es para los chicos y «la muñeca» para ellas es un error de bulto.

Existen conductas que pueden llamarnos la atención como tocar compulsivamente partes del cuerpo de los padres (el pecho de la madre o el pene del padre, por ejemplo). En estos casos, debemos mostrarnos comprensivos, pero limitar estos tocamientos, pues invaden «nuestra intimidad»; cosa que deben empezar a aprender ellos desde estos momentos: a proteger la suya.

Finalmente, desde los seis a los doce años suele entenderse como una etapa de «tranquilidad sexual», en la que no existen grandes «explosiones» de comportamientos afectivo-sexuales que puedan llamarnos poderosamente la atención. El «despertar» vendrá a partir de los doce.

Aún así, es posible que nos encontremos con expresiones de afecto y sexualidad tales como la masturbación de nuevo, preguntas más directas sobre anatomía y relaciones de pareja, etc. En ocasiones hay un escaso interés por las personas objeto de su deseo sexual.

Pueden existir conductas de hetero-exploración, pero suelen ser sin la «carga sexual adulta» que tendrían en una persona mayor de edad. En estas edades es muy importante que se afiance el referido concepto de intimidad; ya que eso puede protegerles de futuras situaciones invasivas. La enseñanza de la asertividad es básica en esta etapa.

Lo que buscan niños y niñas de los seis a los doce sigue siendo satisfacer curiosidades, encontrar el placer físico, la atención social, el reforzamiento de su identidad y la inclusión en un grupo de iguales del que se sienta parte importante.

Ante todas estas expresiones de afecto y sexualidad, los padres podemos elegir entre tres tipos de respuestas: la alarma, la negación o la naturalidad.

¿Quién te ha enseñado a decir eso?, no es propio de tu edad…

Pregúntale a tu madre, ahora me pillas ocupado…

Cuando el pene se pone duro se llama erección, y es normal y luego se pasa

Son tres maneras totalmente diferentes de encarar la pregunta de un niño de 5 años: ¿por qué la colita de Juanito se levanta cuando le cambiáis el pañal?

De nosotros depende aportar una respuesta educativa o no. Hay adultos que evitan enfrentarse a dicha encrucijada, otros tiran balones fuera, y otros, sencillamente, contestan lo que saben, adaptado al que pregunta, y dando información. Examinemos cuál es nuestra actitud; pero no bastaría con que nosotros mismos lo reflexionemos. Si tenemos pareja, preguntémosle a ella a ver qué opina de nosotros. Será una información muy interesante…

El tratamiento más eficaz para niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales

Recientes artículos en prensa han traído a la opinión púbica este tema:

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/29/paisvasco/1356808129.html

http://www.europapress.es/sociedad/educacion/noticia-padres-ex-alumno-dice-haber-sido-victima-abusos-acusan-colegio-silenciarles-20130107132152.html

http://www.deia.com/2013/01/18/sociedad/euskadi/calparsoro-llama-a-estar-vigilantes-ante-los-casos-de-acoso-escolar

Desde el Centro Delta queremos aportar datos empíricos que ayuden a tratar este tipo de situaciones tan negativas.

Y para ello referenciamos el siguiente artículo:

3/3/2011 www.infocop.es

Metaanálisis sobre la  eficacia en los tratamientos de niños y adolescentes victimas de abusos sexuales

(…)

adolescenteDesde el enfoque de la psicología basada en la evidencia, entendemos que los tratamientos tienen que poseer apoyo empírico para que pueda ser recomendada su utilización rutinaria en la práctica profesional. En lo que respecta al tratamiento de menores víctimas de abuso sexual, actualmente, el programa cognitivo-conductual específico de abuso es considerado como el único que ha recibido un claro apoyo empírico, por lo que debiera ser uno de los protocolos más utilizados por los profesionales. Este programa ya está manualizado y ha sido utilizado en grupo, en familia e individualmente en distintos contextos (en clínicas, en agencias comunitarias y en la escuela). No obstante, este programa, como cualquier otro, debe ser aplicado de forma individualizada en la práctica clínica atendiendo a los resultados obtenidos tras la evaluación inicial del menor.

(…)

Para leer el artículo completo, pincha aquí

La Afectividad y la Sexualidad en la infancia

A los padres y madres puede que nos asuste este tema; pero está ahí. ¿Cómo lo abordamos?,¿cómo respondemos a nuestros hijos e hijas cuando nos preguntan cosas como: «¿A mi cuándo me va a salir barba?, ¿por qué vosotros dormís juntos?, ¿qué es hacer el amor, yo quiero hacerlo…?, ¿por qué tienes un pañal pequeñito manchado de sangre?…

Esas y otras muchas preguntas pueden incomodarnos y puede que nos dé la sensación de no estar preparados para ellas.

Dos reomendaciones: responder lo más natural posible y apelar a la intimidad. Lo de natural es evidente: aprenden cómo les decimos las cosas mas que lo que les decimos… El concepto de intimidad es clave para que sepan circunscribir su sexualidad y su afectividad al contexto propio y adecuado que con nuestros valores como padres y madres les inculcamos.