20 de marzo Día de la Felicidad: ahí va la receta para valientes…

Entrevista De la Herrán
Contra Deia 20-3-16

El domingo 20 de marzo es el Día de la Felicidad, así, con mayúsculas. Y para conmemorarlo vamos a explicar cuál es la receta para conseguir la felicidad.

INGREDIENTES:

– 500 gr de Experiencias vitales críticas, es decir, potencialmente negativas (¡Pues sí que empezamos bien…!)

– 500 gr de Experiencias vitales reconfortantes, potencialmente positivas (¡Ah, vale, ya pensaba que se habían equivocado…!)

– 1 Kg de sentido de la vida, a poder ser en grano. (¡¿sentido de qué?!)

– Una cucharada sopera de placer físico, reconfortante en el cuerpo, directamente. Se echa sin miramientos a la vida para darle sabor. (Mmmm eso me gusta)

– Un ramillete de experiencias fluidas, a poder ser que cuesten esfuerzo y cansancio, pero que le hagan sentir útil, con poder, con sensación de trabajo bien realizado y que le hagan perder el sentido del tiempo (vaya, eso cuesta esfuerzo…)

– Unas hojas de pertenencia a algo superior a usted. Debes echar, cuando esté todo hirviendo, la sensación de que es parte de algo a lo que pertenece. Puede ser un grupo social de referencia, una percepción de algo más allá de lo mundano. Condimentar al gusto. (Pues esto va a ser más difícil de hacer, tengo que ver cómo me sitúo yo en el mundo…).

RECETA FELICIDADPREPARACIÓN:

Se mezclan las experiencias positivas con las negativas. Se revuelve todo bien hasta que esté a punto de nieve. Se deja reposar media hora, el tiempo justo para decidir si nos centramos más en las positivas o en las negativas.

Si no tuviéramos a mano experiencias positivas, algo pasa en el supermercado de abajo de casa… No puede ser. Estaremos utilizando las gafas inadecuadas para ver en las estanterías de ese maldito supermercado… Colóquese otras gafas, las del optimismo, y comience a ver que probablemente algunos productos que considera negativos, no lo sean tanto, y le hayan ayudado a valorar mejor la vida, ¡caramba!

Si lo que no encuentra en el supermercado son experiencias negativas, vuelva a casa y enciérrese en el lavabo. Mírese al espejo. Usted es cada vez más viejo y la muerte está más cerca. Si con esto no desespera, padece usted un síndrome aún no aceptado por la comunidad científica internacional, y que poca gente padece: «desconexión ilusa de la realidad». Así no puede usted vivir. Debe aceptar que en la vida siempre hay cosas buenas y malas. Su príncipe azul acabará destiñendo. No se deprima, es normal. A la tercera vez que lo lave quedará con un color azul cielo combinable con el resto de su fondo de armario. Ideal.

Cuando haya recopilado igual cantidad de experiencias buenas y malas, mezcle todo bien de nuevo con esfuerzo (¡Y dale con el esfuerzo…!). Es importante que aprenda de las experiencias negativas, porque incluso ésas le harán ver que la vida merece la pena vivirla, y le ensenarán el SENTIDO que debe escoger para vivirla. Debe buscar incansablemente por las tiendas cercanas a su casa, y a poder ser también por los hospitales, PARA QUÉ está usted en esta vida: si puesto por el ayuntamiento o para algún fin que le motive. En el segundo caso, récelo tres veces, como Bitelchús y siga con la receta. En caso contrario, espere hasta que encuentre el sentido a su vida. Puede llevarle años, pero merece la pena. No se preocupe por la caducidad de los ingredientes mientras espera frente al horno abierto: no caducan.

Añada, unas gotas de sudor y lágrimas producidas por las experiencias que le hacen a usted fluir y que le recuerdo que le hicieron sudar: cansan. Si no tuviera, siempre puede echar un anca de rana, de las que habitualmente tenemos en la cocina; le da el mismo sabor.

Por último, meta todo al horno durante 5 ó 6 años, hasta que se de cuenta que la felicidad de aprende, no se siente o hasta que esté dorado.

Una vez pasado ese tiempo, nunca antes, decórelo con la sensación de pertenencia a algo superior a usted. Debe espolvorearlo con delicadeza, pues este tipo de experiencias son muy volátiles y no se venden en supermercados, ha de fabricarlas usted mismo o encontrarlas observando a los demás.

PRESENTACIÓN:

Por último y no menos importante, preséntelo en una mesa grande con las personas a las que quiere y las que le quieran. El resto no es que no esté invitada, es que nunca se enteró de que estaba cocinando su propia felicidad. Evite invitar a gilipollas esféricos, son tontos se miren por donde se miren y hacen que el pastel no suba.

¡Disfrute!

El domingo día 20 de marzo de 2016 nos encontrarás en la contaportada del diario DEIA hablando de la Felicidad, pero más en serio… Je je je…

PD. DESDE EL CENTRO DELTA PSICOLOGÍA QUEREMOS PONER UNA NOTA DE HUMOR A ESTE DÍA, PORQUE LA RISA, AUNQUE NO VAYA EL LA RECETA, DEBE ESTAR SIEMPRE PRESENTE EN EL COCINERO

 

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