
Entrevista radio. Agresiones entre jóvenes. Radio Popular. enero 2013 (desde minuto 6)
Recientemente ha saltado a los medios noticias como ésta, o parecidas. ¿A caso los adolescentes de hoy en día tienden a agredir más que antes? ¿Qué pasa por la cabeza de un adolescente de 14 años cuando realiza comentarios obscenos e intentos de violación de la intimidad de otra chica de 13 en plena calle? Mejor dicho… ¿qué no le pasa por la cabeza…? Esta sería una pregunta más adecuada.
La respuesta, cómo no, es multicausal. No podemos delimitar una única causa de dicho comportamiento. Intentando ser muy escuetos, diré que existen:
- factores personales: hay altas probabilidades de que ese chico haya sido a su vez víctima de agresiones, que padezca trastornos emocionales y del comportamiento, posea niveles de estrés personales elevados y que su empatía sea deficitaria,
- factores contextuales: el grupo de iguales presiona, la sensación de control en el momento, de superioridad, el ir con tóxicos en el cuerpo esa tarde,…
- factores educacionales: la ausencia de valores como la demora del refuerzo, el respeto por los derechos humanos, la «ley del silencio», los valores cooperativos, la riqueza de la variedad e integración social,… ¿qué tipo de valores recibe ese adolescente en su escuela y en su casa?
Por todo ello, debemos plantearnos realizar una intervención multidireccional: hacia esos tres «lugares» donde encontramos una necesidad de aprendizaje.
La atención a las víctimas de dichas agresiones y a los espectadores, merecen otra entrada aparte en este blog de psicología.
Gracias a la cooperación entre
Gracias a la cooperación entre
Uno de los indicadores característicos de la entrada en la adolescencia es el aburrimiento. Nuestros chicos y chicas que entran en los 10, 11 años… dejan de jugar a lo que siempre les ha gustado, y en ocasiones se sienten aburridos. Parece los juegos u ocupaciones de antes ya no les satisfacen y buscan algo más. Algo más que no debemos darselo los padres; sino que ellos deben ir encontrándolo poco a poco. En este camino entran en juego, con fuerza los amigos, el grupo de iguales.