La revista Psychological Science ha publicado un estudio donde afirma que las personas que hacen buenas amistades y las conservan durante la adolescencia suelen poseer una mejor salud cuando se acercan a los treinta que quienes no lo hacen.
El estudio realizado por, un equipo de psicólogos de las universidades de Virginia y Utah, en EE. UU., ha estudiado durante 14 años la evolución personal y el historial clínico de 171 personas. Estudiaron las relaciones de adolescentes desde los 13 a los 17 años, y pusieron especial atención en la comunicación, grado de confianza y conexión emocional que mantenían con sus mejores amigos. Una década más tarde, los científicos analizaron las posibles dolencias, hospitalizaciones y cuadros de ansiedad y depresión que esas mismas personas presentaban entre los 25 y los 27 años.
Así, determinaron que quienes habían mostrado una mayor “conectividad” con sus amigos se encontraban más sanos, incluso cuando se tenían en cuenta otras variables, como los ingresos, el índice de masa corporal o el consumo de drogas.
En opinión de estos expertos, la relación se encuentra en que las buenas relaciones forjadas durante la adolescencia contribuyen a reducir los niveles de ansiedad y los síntomas depresivos incluso años después