Al calor del verano…

… rompemos rutinas, modificamos horarios, visitamos lugares deseados, nos relacionamos con otras personas… y no deberíamos perder de vista nuestros deseos. Parece que somos el único animal que una vez cumplidos sus sueños… se crea otros nuevos para volver a perseguirlos.

¿Para qué nos vamos de vacaciones?, ¿es un fin en sí mismo o un medio para conseguir algo? Dicho de otro modo:  nos vamos para desconectar, o para ver toda Roma entera? Pasar la tarde en la piscina nos sirve para relajarnos; o para conseguir ese moreno tan deseado que nos dure en septiembre… octubre…

De este planteamiento y de nuestra decisión, dependerá en parte nuestro bienestar en verano.

Son muchas cosas las que cambian / cambiamos a nuestro alrededor en la época de las vacaciones de verano. Habitualmente el recuerdo que nos queda de aquellas vacaciones del año 92 en las que estuvimos en tal sitio… son sensaciones, percepciones de un bienestar o un malestar… fotografías de momentos inolvidables,… no tanto si vimos cinco museos, o si logramos que no se nos notara la marca del biquini o no… Más bien tendemos a recordar los buenos ratos con aquella pareja con la que compartimos cena, los desayunos hasta las dos del mediodía, los niños aprendiendo a nadar, aquel paseo en el que nos perdimos,…

En nuestras manos está; como casi todo.

¡Buen verano a todos y todas!

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