Digan lo que digan

Ya lo dijo Raphael en su famosa canción: «hay mucho más amor que odio, más besos y caricias que mala voluntad». Ayer fuimos testigos de cómo en el metro de Bilbao un hombre se desmayaba y hubo hasta seis personas que ofrecieron su ayuda en los primeros dos minutos.

Enseguida se avisó a los servicios de emergencias que en cosa de cuatro minutos, no más, llegaron a atenderle.

¿Qué dice este gesto de nuestra sociedad, de nosotros? ¿A qué hacemos caso, a los comentarios que dicen que somos una sociedad «líquida», impersonal, absorta por las pantallas, ensimismada en su ombligo? ¿O escuchamos a nuestro lado solidario, amable, cooperativo?

Hay esperanza. Seguro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.