Artículo aparecido en Grupo Deia, 3/8/2014
Una granizada en la playa, viajar con un adolescente de morros, compartir casa con los cuñados… Las vacaciones no son tan idílicas como en los folletos. El psicólogo Luis de la Herrán explica cómo disfrutarlas sin morir en el intento
No es cuestión de amargarles las vacaciones, pero deberían ir haciéndose a la idea de que no sonreirán tanto como en los catálogos de las agencias. Vuelos retrasados, discusiones con la pareja, apartamentos a precio de palacete, niños que se asilvestran… “Quien crea que las vacaciones son absolutamente disfrute tiene un problema”, avisa el psicólogo clínico Luis de la Herrán, quien ofrece las claves para afrontar los contratiempos veraniegos y disfrutar en familia.
“No hay que hacer todo juntos como Pin y Pon”
Ni las caravanas kilométricas ni los errores en las reservas. Una de las mayores fuentes de estrés en vacaciones, dice Luis de la Herrán, es la propia familia, con la que se comparte más tiempo del habitual. “Las parejas coinciden mucho más y tienen que tomar (…)
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