Madres perfectas sin modelos en el horizonte

¿Es nuestras sociedad quien pide madres perfectas? No existen manuales de cómo ser una madre perfecta, pero sí modelos, probablemente irreales que son realmente inalcanzables. Quizá nuestras madres poseían modelos más realistas que los que en la actualidad alcanzamos: nuestras abuelas. ¿Es por eso que parece que algo más frecuente estar saturados por los hijos?, ¿es por eso por lo que parece que debemos trabajar como si no tuviéramos hijos y tener hijos como si no trabajásemos?

Madres perfectas

Podemos encontrar por ahí cosas como el agotamiento parental o el burnout referido a los padres y madres., ¿Es eso cierto? En una parte sí, pero en otra no. Explicamos este dilema.

Madres perfectas sin modelos que seguir

O podríamos decir con modelos inalcanzables que se cuelan en nuestro pensamiento automático hacia los que intentamos en vano dirigirnos. Sí, mejor así, más exacto.

Madres que en ocasiones pasados los 40 lucen una figura, una sonrisa y un bienestar por dentro y por fuera encomiable. ¿Qué hay de verdad en todo eso? Probablemente el instante, el momento en le que fue capturada esa fotografía. Ese segundo de placer, orgullo y satisfacción por la maternidad, captado y editado con cierto programa mentiroso que hace que se alejan dichos modelos de la cruda, pero bonita realidad del despeine mañanero y de las legañas porque el niño en cuestión no ha pegado ojo en toda la noche.

madres perfectas

Los modelos de referencia en los que poder fijarnos, y tener como estela a seguir parece que no son reales. Idealizamos tanto cada circunstancia de nuestras vidas que cuando el esfuerzo desmedido aparece, nos quedamos solos, nos quedamos solas. ¿Qué hacer entonces?

Es recomendable poseer una red social extensa o relativamente variada: amigos y amigas con los que compartir nuestras experiencias, y que ellos/as compartan también las suyas. En todos lados cuecen habas, es verdad. Hablar de los problemas, exteriorizarlos es le primer paso para normalizarlos; y luego poder aceptarlos.

El siguiente paso es ponernos manos a la obra con nuestro espejo; sí, sí, el espejo. Debemos reconciliarnos con él. Me miro en él y ¿qué veo?, esa que está ahí soy yo, con mis defectos y con mis virtudes; pero toda yo.

En la consulta del Centro Delta Psicología estamos para ayudarte con este tema y muchas más. Nuestro equipo de profesionales estamos para eso. Nos encontrarás en el 944241960 en el mail info@centrodelta.com o en las redes sociales como instagram o twitter.

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